
¿Qué es una buena práctica?
Según la UNESCO en su programa MOST (Management of Social Transformations), una buena práctica educativa es una iniciativa, una política o un modelo de actuación exitoso que mejora los procesos académicos y los resultados educativos del alumnado.
Paralelamente, la Universidad Internacional de Valencia, en su publicación “Buenas prácticas en educación, un conjunto de interesantes experiencias y opiniones de profesionales de la docencia” resalta que uno de los principales objetivos de una buena práctica es que esta permita aprender de las experiencias y aprendizajes de otros, aplicándolos y adaptándolos a contextos similares y así conseguir una repetición de buenos resultados.
A nivel global, las buenas prácticas educativas se caracterizan por los siguientes rasgos:
- Replicables porque sirven como modelos para desarrollar políticas e iniciativas en otros lugares.
- Innovadoras porque desarrollan soluciones nuevas o creativas.
- Efectivas porque demuestran un impacto positivo y tangible sobre la mejora educativa. El carácter innovador de una buena práctica se complementa con su efectividad, de lo contrario se estancaría en simple novedad.
- Sostenibles debido a sus exigencias sociales, económicas y medioambientales pueden mantenerse en el tiempo y producir efectos duraderos
Además, con el objetivo de educar una ciudadanía comprometida activamente en la consecución de un mundo más equitativo y sostenible, otros rasgos importantes de una buena práctica son:
- Sensible a los asuntos de género
- Ser el resultado de un proceso participativo
- Respetar y valorar la diversidad
- Interés y preocupación por el consumo responsable y el cuidado del medio ambiente

¿Qué puedo encontrar en este sitio web?
El sitio web mye2o.org comparte las buenas prácticas educativas de las Escuelas de Segunda Oportunidad. Proporciona herramientas claves para luchar contra el abandono escolar y el desempleo juvenil de los jóvenes en España, Francia y Portugal.